ESTAMOS PREPARANDO LA SEGUNDA EDICIÓN. PERDONEN LAS MOLESTIAS
Hay ciudades que, de pronto se quedan sin ángeles. Ciudades que amanecen con olor a pan recién hecho y, diez minutos después, sucumben ante la metralla, el olor a cieno y el ruido de cristales y gargantas que gritan.
Este libro surgió de las fotografías de Miguel Rodellar e intenta cantar lo que no debería ser, narrar tan solo lo que al ser humano más debería dolerle: el ser humano.
Ya no vigila el Domovik
los monstruos que hay bajo mi cama,
ahora él se esconde en las sombras
y la casa es una sepultura
en la que no nos atrevemos a hablar.
Parece que el Lisovik
ha olvidado el 17 de octubre
y nos azota con su endemoniado sueño
que no duerme y en Kiev
hasta Amagê siente que el frío
le rompe la tibia comprensión
de la tierra.
(...)
Carmen Moreno
Ciudad sin ángeles
Miguel Rodellar